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Mediocridad total
Por demás está explicar que este post está siendo escrito con una mezcla de enojo, molestia, frustración y decepción, luego de que la Selección Mexicana venciera, con problemas y con el Estadio Azteca lleno, 2 a 1 a Trinidad y Tobago, el equipo más débil del Grupo Final de la Eliminatoria de CONCACAF.
"Tres puntos que al final ayudan..." Simplemente una detestable frase, llena de mediocridad y de falta de respeto a los aficionados del fútbol mexicano. Si México tuviera una eliminatoria mundialista que se jugara en Europa o estuviéramos hablando de equipos que tienen las mismas condiciones y posibilidades técnicas y hasta económicas, habría una cierta aceptación de esa frase. Sin embargo, hablamos de que México está en la zona más débil, futbolísticamente hablando.
Y es que en verdad no se puede comprender que los jugadores mexicanos jueguen con esa apatía, mientras la gente, que se ha visto decepcionada en diversas ocasiones, los sigue apoyando y llenando el estadio. Pareciera que siguen pensando que la playera verde pesa y que por el hecho de tenerla puesta, se ganan los partidos.
Lo más triste es ver, que mientras los demás equipos de la CONCACAF trabajaron y mejoraron, a medida de lo posible, los mexicanos nos quedamos descansando viendo para el cielo y ahora que los demás nos han alcanzado, nos está costando trabajo levantarnos y continuar.
"Tres puntos que al final ayudan..." Simplemente una detestable frase, llena de mediocridad y de falta de respeto a los aficionados del fútbol mexicano. Si México tuviera una eliminatoria mundialista que se jugara en Europa o estuviéramos hablando de equipos que tienen las mismas condiciones y posibilidades técnicas y hasta económicas, habría una cierta aceptación de esa frase. Sin embargo, hablamos de que México está en la zona más débil, futbolísticamente hablando.
Y es que en verdad no se puede comprender que los jugadores mexicanos jueguen con esa apatía, mientras la gente, que se ha visto decepcionada en diversas ocasiones, los sigue apoyando y llenando el estadio. Pareciera que siguen pensando que la playera verde pesa y que por el hecho de tenerla puesta, se ganan los partidos.
Lo más triste es ver, que mientras los demás equipos de la CONCACAF trabajaron y mejoraron, a medida de lo posible, los mexicanos nos quedamos descansando viendo para el cielo y ahora que los demás nos han alcanzado, nos está costando trabajo levantarnos y continuar.
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