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En Semifinales pero...
Imagen obtenida de MedioTiempo.comMéxico gana 4 a 0 a Haití y avanza a las semifinales de la Copa Oro, donde enfrentará a Costa Rica.
Cierto, hay que reconocer que la actitud de algunos de los seleccionados mejoró, sobre todo el caso de Miguel Sabah, el mismo Giovanni Dos Santos que hasta se vio alegre por momentos y Alberto Medina quien dio un buen partido. Sin embargo, hay que reconocer que, pese a que se dio un avance y que da cierto gusto porque poco a poco se puede regresar a un buen nivel, el nivel de México sigue siendo muy por debajo de las expectativas, aunque también hay que decir que no son los titulares.
Hay que reconocer que pese a los cuatro goles; dos de Sabah, uno de rebote tras un penal fallado por Castro y un remate de cabeza a tiro de esquina, así como dos golazos, uno de Giovanni Dos Santos luego de una gran jugada que culminó con un disparo fuera del área y otro de Pablo Barrera, rematando de volea un centro; el equipo mexicano sigue falto de contundencia, pues crea una cantidad enorme de jugadas de gol, sin embargo no las culmina con anotaciones.
Un punto en el que México debe poner atención, es en la defensa; comenzando desde la portería, pues es claramente visto el problema que tiene Guillermo Ochoa en las salidas por balones aéreos. Así mismo, la defensa mexicana (no sólo Ismael Rodríguez, quien aún no comprendo cómo llegó a ser jugador profesional y, peor aún, cómo llegó ser seleccionado) comete muchos errores desde la salida, creando opciones para el rival.
El pase a semifinales de la Copa Oro es lo mínimo que se le puede pedir a México, siendo que es un torneo de la CONCACAF. Ahora, con la confianza que da ganar un partido con varios goles de diferencia habrá que pedirle a los seleccionados que mejoren en su juego y en el espectáculo al aficionado.
Cierto, hay que reconocer que la actitud de algunos de los seleccionados mejoró, sobre todo el caso de Miguel Sabah, el mismo Giovanni Dos Santos que hasta se vio alegre por momentos y Alberto Medina quien dio un buen partido. Sin embargo, hay que reconocer que, pese a que se dio un avance y que da cierto gusto porque poco a poco se puede regresar a un buen nivel, el nivel de México sigue siendo muy por debajo de las expectativas, aunque también hay que decir que no son los titulares.
Hay que reconocer que pese a los cuatro goles; dos de Sabah, uno de rebote tras un penal fallado por Castro y un remate de cabeza a tiro de esquina, así como dos golazos, uno de Giovanni Dos Santos luego de una gran jugada que culminó con un disparo fuera del área y otro de Pablo Barrera, rematando de volea un centro; el equipo mexicano sigue falto de contundencia, pues crea una cantidad enorme de jugadas de gol, sin embargo no las culmina con anotaciones.
Un punto en el que México debe poner atención, es en la defensa; comenzando desde la portería, pues es claramente visto el problema que tiene Guillermo Ochoa en las salidas por balones aéreos. Así mismo, la defensa mexicana (no sólo Ismael Rodríguez, quien aún no comprendo cómo llegó a ser jugador profesional y, peor aún, cómo llegó ser seleccionado) comete muchos errores desde la salida, creando opciones para el rival.
El pase a semifinales de la Copa Oro es lo mínimo que se le puede pedir a México, siendo que es un torneo de la CONCACAF. Ahora, con la confianza que da ganar un partido con varios goles de diferencia habrá que pedirle a los seleccionados que mejoren en su juego y en el espectáculo al aficionado.
