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Yo quería que Puebla llegara a la final...
Al igual que muchos de los aficionados del fútbol mexicano, sobretodo los que su equipo había sido eliminado antes de la etapa de Liguilla, yo también quería que el Puebla llegará a la final.
Desde un principio la gente le comenzó a tomar cariño al equipo, que de la mano de José Luis Sánchez Sola, conocidísimo como Chelis, lograban triunfos significativos dejando todo sobre la cancha.
Sin duda fue una reacción extraña, pero poco a poco el Puebla se convertía en el equipo que los aficionados mexicanos adoptaban como su favorito. La razón, muy sencilla, pues desde hace ya algún tiempo lo único que hemos visto en nuestro balónpie es mediocridad. Puebla, extrañamente, llegó para romper esos parámetros; pese a los problemas con la Directiva del Club y a la falta del pago de salarios, el "Chelis" desarrolló a un equipo con buen juego, pero sobretodo con grandes características: los jugadores tenían ganas de jugar, disfrutaban los partidos y enfrentaban los encuentros con actitud ganadora, algo que si por lo menos viéramos en la mitad de los equipos que conforman nuestro fútbol, estoy seguro de que tendríamos una liga totalmente distinta y competitiva.
Lamentablemente, tenemos que decir que hoy el Puebla no ha llegado a la final, pues en la semifinal se encontraron con unos Pumas que han jugado con la suerte de su lado y que merecidamente, entre comillas, están en la final del fútbol mexicano.
Honestamente yo quería que el Puebla pasara por dos razones; la primera, es por el corazón y la actitud mostradas, justo como ya lo argumenté; pero también quería que pasara para demostrar la mediocridad del fútbol mexicano, porque es que díganme, ¿qué tanta lógica tiene que un equipo que hace tres semanas peleaba el descenso, estaría peleando el campeonato en la final?
Desde un principio la gente le comenzó a tomar cariño al equipo, que de la mano de José Luis Sánchez Sola, conocidísimo como Chelis, lograban triunfos significativos dejando todo sobre la cancha.
Sin duda fue una reacción extraña, pero poco a poco el Puebla se convertía en el equipo que los aficionados mexicanos adoptaban como su favorito. La razón, muy sencilla, pues desde hace ya algún tiempo lo único que hemos visto en nuestro balónpie es mediocridad. Puebla, extrañamente, llegó para romper esos parámetros; pese a los problemas con la Directiva del Club y a la falta del pago de salarios, el "Chelis" desarrolló a un equipo con buen juego, pero sobretodo con grandes características: los jugadores tenían ganas de jugar, disfrutaban los partidos y enfrentaban los encuentros con actitud ganadora, algo que si por lo menos viéramos en la mitad de los equipos que conforman nuestro fútbol, estoy seguro de que tendríamos una liga totalmente distinta y competitiva.
Lamentablemente, tenemos que decir que hoy el Puebla no ha llegado a la final, pues en la semifinal se encontraron con unos Pumas que han jugado con la suerte de su lado y que merecidamente, entre comillas, están en la final del fútbol mexicano.
Honestamente yo quería que el Puebla pasara por dos razones; la primera, es por el corazón y la actitud mostradas, justo como ya lo argumenté; pero también quería que pasara para demostrar la mediocridad del fútbol mexicano, porque es que díganme, ¿qué tanta lógica tiene que un equipo que hace tres semanas peleaba el descenso, estaría peleando el campeonato en la final?
